Hola, querido amigo Teleki: ¿Dónde estoy? 1ª Soy el que une dos ciudades para formar solo una... Además, soy la estampa de la ciudad y he sido multitud de veces fotografiado... Estoy, pues, esperándote para que me cruces... 2ª Yo soy el puente más antiguo de mi hermosa e imperial ciudad... Como os dije, uno las dos ciudades para que sean una sola. Además, esta ciudad es la capital de mi país... Pero poco a poco te iré contando algo más... pues por mi estructura veo pasar el gran río a Luis María, Mayen, Juan Ángel y a Graciela Marta... Aquí estoy para que me cruces de una orilla a otra y puedas recorrer esta urbe de cuento... 3ª Veréis, desde el punto de vista estructural soy un puente colgante, en el que se han sustituido los cables principales por eslabones rígidos de una cadena. Mi vano central tiene 202 metros, es decir, uno de los más largos del mundo cuando fui inaugurado. Soy uno de los puentes más conocidos sobre el río Danubio... Creo que por hoy, queridos viatores, lo vamos a dejar aquí, pues estoy observando a Devis que viene de la orilla más baja a esta en la que se encuentra el Bastión de los Pescadores, el castillo y la iglesia de San Matías... En fin, te animo a cruzarme una vez más, pero ten cuidado con el tráfico rodado... 4ª Soy, como ya os he dicho, el símbolo de mi ciudad y también el primer puente permanente en el tramo húngaro del Danubio y el segundo en el curso total del río. Antes de mi existencia, los viajeros atravesaban el río, importante corredor comercial, en transbordador, aunque ya a principios del Siglo XV existió un antepasado mío que era un puente de pontones, pero este, claro está, era provisional... Bueno, lo dejo aquí, ya que por mi estructura caminan Fernando y René, y voy a recibirlos como se merecen... Haz tú como ellos y ven a verme... 5ª En los inviernos se podía cruzar el Danubio congelado a pie o en coche de caballos. Pero cuando empezaba el deshielo, desaparecía totalmente la conexión entre las dos orillas. El conde Esteban Széchenyi tuvo que esperar una semana entera en 1820 hasta que encontró un navegante lo suficientemente valiente como para trasladarlo de Pst a Buda entre las flotantes placas de hielo. Fue entonces cuando surgió la idea de hacerme aparecer a mí... Pero esto lo dejo ya para mañana... Ven con tus compañeros a pasear por mi ciudad y pasea por encima de mí contemplando el río mítico que pasa por debajo... 6ª Fue entonces cuando el conde ofreció sus rentas de un año entero para construirme como puente permanente sobre el río... Ya habían existido planes para ello desde finales de los años 1700 tomando como modelo el Puente de Carlos en Praga, con varios pilares de apoyo. Sin embargo, más tarde se optó por otra solución técnica. El conde Széchenyi vio en Londres el Puente de Hammersmith, un puente suspendido sobre el Támesis diseñado por el ingeniero William Tierney Clark, al cual le encomendó la preparación de los planos del primer puente permanente húngaro (yo mismo en persona)... La ejecución de las obras, sin embargo, fue encargada al ingeniero escocés Adam Clark, cuyo apellido, como veis, coincide con el del ingeniero inglés, y en su honor se ha llamado la plazoleta que se halla inmediatamente a la salida del lado de Buda... Ven, para comprobar todo esto que te digo...

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